viernes, 20 de mayo de 2011

Yo hablé con el Principito ...

Hace cientos de años existía un planeta mediano llamado Tierra. En sus últimos tiempos existía yo. Sucedió que se formaban muchos huracanes en el hemisferio norte, casi siempre y en uno de esos huracanes fui arrebatada con mi sombrilla .Inicié un vuelo elevado que ha durado mucho tiempo. Un día de tantos me encontré con un niño vestido como un príncipe y su pelo era dorado como el de un ángel. Que criatura más linda, le dije sin pensarlo mucho. Me gustaría llevarte a mi casa para mirarlo todo el día, pero ya no tengo casa. En realidad ya no tengo planeta. Este suyo es tan pequeño que no quepo yo. El niño me miraba triste pero callado. Al rato me dijo con una voz lastimera. ¡Para tonto no se tiene que estudiar.¡ Yo, me dijo él, estuve en su planeta y vi como lo desarmaban. Lo miré extrañada, pero el siguió con la mirada puesta en el firmamento. Por favor explíqueme eso de “desarmaban” le supliqué.

El principito se agachó y con un dedo hizo un círculo en suelo de su planeta. Este me dijo, era más o menos su tierra. En el centro de ella existe una potente energía que puede llegar a alcanzar los 5000° de temperatura. En el principio no había en ella más que roca caliente pero luego de millones de años se formó un núcleo hirviente porque su eterno girar así lo exige. Este núcleo está protegido por un manto de aceite negro y espeso que allá llamaban petróleo. Ese manto negro se encuentra bajo los mares y protege las capas superiores de la tierra del efecto que podría causarle el calor del núcleo. Al sacarlo de sus anticlinales, suceden daños diferentes como la evaporación excesiva de los mares y altas temperaturas en algunos países y son la causa de tornados y huracanes. Esto porque se filtra el calor del núcleo. Y como es peso que se trasladada, el eje terrestre se inclina enseñando los polos al sol directo. Es parecido a una boya cuyo contenido se desconcentre. Es como si a un bote se le pusiera toda la carga a un solo lado. Irremediablemente se vuelca. Su traslación se trastornó y su rotación se atrasó, debido al faltante de petróleo. Entonces yo recordé que mi lavadora brincaba mucho cuando la ropa quedaba mal distribuida, pero no lo interrumpí.Es como un trompo con un chicle pegado en un solo lado, pensé. A mi no me gusta que me interrumpan y esa era una mala costumbre que tenían en mi país.

El principito siguió hablando sobre diversos tópicos en los que el cree que se destroza el planeta. La minería es también dañina por cuanto tenía la tierra llena de túneles enormes y podríamos decir que la dejaron hueca. La ambición de los hombres era poderosa…..
El conjunto de capas de diferentes gases de que se compone la atmósfera, también fue masacrado por la exploración espacial y por eso el ozono es sólo un gajo.
El hombre no respetaba ni el templo que es su cuerpo, pues lo llenaba de tatuajes pintados y se intoxicaba con drogas y humos innecesarios, dijo él.

Yo lo escuchaba muy triste, pensando en lo bello que fue mi mundo. Pensé que fue un paraíso que no pude disfrutar y que perdí el tiempo implorando porque el hombre se percatara de sus errores. Pensar que se hubiera solucionado poniendo peso en el lado opuesto aunque fuera de toda la chatarra made in Alemania….
Cómo supo UD. todo eso acerca de mi tierra? le dije con vergüenza ajena. Y el me contestó que se lo contó todo un zorro amigo conoció en el desierto en una ocasión que visitó la Tierra.
Sin embargo me dijo, lo hubieran corregido todo con el principio del malabarista. ¿Y cual es? Poniendo peso chatarra donde lo necesite para enderezar el Ecuador. Me dijo el. Claro que también dejando de explorar con naves espaciales mientras se recupera la capa de Ozono.
Como no podía darme posada en su pequeñito planeta, me despedí muy deprimida, y el siguió hablando con su única flor.

2008-10-01

TIBAS
INES ZAMORA FONSECA .