martes, 23 de marzo de 2010

¡Vete y no peques más!.

La tierra está en calma por unos días y ahora el terremoto es en la iglesia. Pero no sólo la iglesia Católica se ve enlodada por estos episodios; me consta que cualquier hijo de Dios sea pastor monja o predicador, se deja llevar por la tentación. A veces trasciende, otras queda escondido porque no ha llegado el momento.
A lo que quiero llegar es, reconocer que por más grandes o crueles (a niños) que hayan sido sus delitos, si hay arrepentimiento y corrección pueden ser perdonados por Dios, porque su amor por los hombres es infinito.
Lo que los católicos tenemos que cuidar es que lleguemos a Dios sin detenernos en los defectos de su iglesia.
Leímos en el evangelio de este domingo sobre la mujer adúltera... Jesús conmina a sus acusadores a que lancen la piedra... si están libres de pecado y todos se fueron y desistieron. Pero Jesús le dijo a ella "Vete y no peques más.
Lo cual indica que las humanas caídas pueden ser perdonadas y quedar sereno el estanque de nuestras aguas ... cuando hay arrepentimiento...cosa que sólo Dios conoce.

El valor de las cosas:

Puede una gota de lodo
sobre un diamante caer
puede también de ese modo
su valor oscurecer.
Más aunque el diamante todo
de lodo se encuentre lleno,
no perderá ni un instante
el valor que lo hace bueno
y será siempre diamante
por más que lo manche el cieno...
(copiado)

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